Aprenda como funciona la terapia hormonal para cáncer de próstata.
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Siguiendo el ritmo de las cuatro estaciones del año podremos encontrar: frescura, sabor, variedad a lo largo de los meses y productos que no han atravesado el mundo en avión para aparecer en su plato.
¡Es tiempo de la limpieza de primavera!. Saliendo del invierno es cuando el cuerpo está a menudo sobrecargado, entonces debe regenerarse y purificarse. Es el momento de incrementar la ingesta de frutas y verduras. El alcausil, el jengibre, cebollas frescas, son buenas para la purificación del cuerpo.
Hay una amplia variedad de hortalizas en esta época del año, así que elija vegetales coloridos y orgánicos, si es posible. Evite las verduras que son demasiado brillantes para ser reales y aquellas que se ofrecen en una bolsa de plástico cerrada. Desde el apio, berro, mandarina y la palta hasta espárragos, berenjenas, cerezas y frambuesas, cada mes agrega una alternativa diferente y placentera.
En verano, debemos permanecer hidratados, bebiendo y “comiendo” agua a través de nuestras dietas. Es una suerte que los pepinos, zapallitos y tomates llegen a los estantes en verano. Haga sus propios jugos de frutas y hortalizas o gazpacho (sopa fría de pepino y tomate). Duraznos, frutillas, ciruelas, vienen en temporadas una después de la otra, ¡no hay tiempo para aburrirse antes de que otra fruta esté finalmente madura!.
El verano es también tiempo de ensaladas, pruebe algunas más originales incorporando hortalizas tales como habas o arvejas, y jugo concentrado de tomate fresco. Comemos más ligero, apreciamos los productos “como vienen”. Pescados, quesos frescos, pollo frío, perfectamente acompañan estos deliciosos y simples antojos.
El cuerpo se prepara de forma espontánea y natural en otoño para los rigores del invierno y los días cortos y “ansía” hidratos de carbono y grasas vegetales, pero esto no es un motivo para escucharlo!.
Algunas frutas llegan tarde en la temporada: membrillo, nueces y avellanas, moras, higos, peras y manzanas. En cuanto a las verduras, se inicia la temporada de las coles (coliflor, repollo, brócoli) y calabazas. No dude en comer alimentos que ayuden a limpiar su cuerpo (rábanos, apio, alcausiles).
En invierno, usted quiere comida caliente: sopas, guisos y almidones. Disfrute excesivamente las primeras, deguste los segundos razonablemente, y varie los terceros (arroz, pasta, legumbres y papas). Betabel, nabos, puerros, cebollas, zanahorias, papas: ¡es la temporada de “raíces”, verduras y guisos!.
Manzanas, peras, naranjas y alimentos aceitosos (nueces, avellanas) están con usted durante todo el invierno.
¡Bueno para usted!
Una manzana lavada con cáscara, una banana, una pera, dos o tres mandarinas, ciruelas, son todas buenas opciones para usted cuando el hambre ataca.
Si no tiene un gusto muy fuerte por los dulces y debe controlar su antojo por los embutidos, le recomendamos pruebe una papa cocida con un poco de sal gruesa o huevo cocido en su lugar.
Para seguir mejor los consejos dados por Vive+, invierta en un equipamiento de cocina como una sartén antiadherente y aceite en aerosol, que le permitirán cocinar con un mínimo de grasa. También invierta en una olla a presión que le permitirá controlar la temperatura de cocción (muchas verduras pierden todos sus nutrientes si son cocinadas por encima de 100°C). Invierta en buenas cuchillas para quitar la grasa de la carne y cortar verduras en rodajas, y un aplasta papas.
Ensalada de invierno
Ingredientes: 1 nabo, hojas de endibia trozada, 1 zanahoria, 1/2 manzana, 2 cucharadas de pasas de uva, nueces, 1 yogurt, 1 cucharadita de jugo de limón.
Preparación: Ralle el nabo, la zanahoria, la manzana y póngalos con la endibia trozada. Mezcle todo con el yogurt y el jugo de limón. Muela los frutos secos y espolvoréelos por encima.
Coles y otros “amigos” de la próstata
Todas las frutas y verduras son recomendadas en grandes cantidades. Algunas son consideradas antioxidantes. Todas estas opciones son muy saludables. Algunos ejemplos:
Después de conocer y poner en práctica el programa me di cuenta de que físicamente y mentalmente, ¡me sentía mejor!. Puedo realizar los ejercicios de vez en cuando. Me uní a un grupo de terapia, y recomiendo pedir ayuda al inicio. Me resulta difícil motivarme a mí mismo, pero me he unido a un grupo de caminata que organiza paseos periódicamente y así me mantengo activo.
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La actividad física es parte escencial para una buena salud