Comprando comida saludable

Cuando realice la compra de alimentos intente evitar aquellos que están procesados y elija las frutas y verduras frescas de temporada. Compre la cantidad suficiente para no más de 2 o 3 días, de modo que no pierdan sus cualidades nutritivas.

“Yo realmente adapté mi dieta. Puedo tomar sopa de verduras casi cada día. También tengo ganas de comer menos grasa y de probar otras hortalizas. Me siento mejor con todos estos cambios en mi estilo de vida.” Guillermo, de 68 años de edad

¡Larga vida a la verdulería!

Es en la verdulería donde probablemente encontrará más productos frescos y de temporada. Existen mercados o tiendas que ofrecen productos orgánicos, que a veces son vendidos directamente por el productor, (por ejemplo, tomates, zanahorias, manzanas, fresas), y son infinitamente más sabrosas que los productos industrializados.

Fruta

Algunas frutas (frutillas, duraznos, etc.) no maduran una vez recolectadas. Comprelas maduras y listas para comer. Preste atención a la firmeza y brillo de los frutos, así como también a su color para poder seleccionarlas. Las frutas dañadas son menos costosas y son útiles para hacer mermeladas, pero recuerde que debe protegerlas en el camino a casa ya que pueden abrirse fácilmente.

Las verduras

Aquellas que se encuentran en la primavera y el verano son menos robustas que sus homólogas de invierno. No compre verduras dañadas o partidas y sea cuidadoso a la hora de transportarlas. Las hojas y los tallos deben ser de color verde brillante, la piel muy brillante y siempre firmes (por ejemplo, porotos, alcauciles, frutilla, pepino, berenjena, tomates, rábanitos) o flexibles (por ejemplo, las espinacas, higos). El melón, la sandía y la alcaucil deben ser pesadas y duras. Los rábanitos y los zapallitos son más pequeños. Ninguno debe mostrar signos de daño. No dude en pedir a la vendedora los que haya seleccionado.

Congelados y enlatados

Contrariamente a la creencia popular, la congelación o enlatado no afecta indebidamente las cualidades nutricionales de los alimentos. A pesar de esto, algunos productos descongelados pueden no ser aptos para estómagos sensibles y algunas frutas y verduras a menudo pierden su frescura en el camino. Se recomienda evitar los alimentos precocidos, que a menudo contienen aditivos innecesarios (por ejemplo, sal, conservantes, acidulantes). Evitar aquellos cultivados en el extranjero, especialmente en el otro lado del mundo. Ver la fecha de caducidad y nunca volver a congelar un producto luego de descongelado.

Coma verduras en todas las comidas

Si anteriormente no estaba acostumbrado a comer muchas verduras, ¡no lo mire como un mal necesario!. El programa no le obliga a comer zanahorias hervidas o ensalada sin aderezo u otros vegetales que pueden disgustarle. Hay decenas de verduras y miles de maneras de prepararlas. En las librerías y en Internet encontrará libros, sitios web y blogs de amantes de la comida en general que comentan formas sabrosas de preparar vegetales. Hacer pan de calabaza es una alternativa para ingerirla. Cocinar en una buena sartén o probar nuevas comidas (por ejemplo, tailandesa o vietnamita) pueden ser algunas formas nuevas para probar vegetales. ¡Anímese!

¿Una dieta?

Muchas culturas y civilizaciones han implementado en su dieta períodos de restricción para depurar el cuerpo. No es ayuno, es un período en el que se intenta descansar de ciertos alimentos para limpiar el cuerpo y alivianar el estómago. Intente, una semana de vez en cuando, restringir la carne, el azúcar y los alimentos con almidón, y beba mucho jugo y agua que son buenos para usted y para su bienestar.

Ir de compras a pie

La actividad física tiene buenos efectos sobre el corazón, la presión sanguínea, el colesterol y el peso: ¡caminar es bueno para usted!

Se recomienda caminar un mínimo de 6000 a 9000 pasos por día. Una caminata de media hora a un ritmo vigoroso equivale a 3000 a 4000 pasos. Treinta minutos es un estándar mínimo y sus salidas deben convertirse en algo frecuente. Caminar “poco a poco”, es excelente si se repite.

José, por ejemplo, hace sus compras a pie, con un carrito con ruedas o una mochila. “He sustituido las pequeñas salidas para hacer las compras con el auto por la bicicleta o caminando, así me muevo un poco más”

Comer en un restaurante

Aquellos que, quizás durante su vida profesional, han tomado nota de los daños de comer en un restaurante a diario y han visto cambios en su peso, son conscientes de la importancia de comer más alimentos ricos y sanos en general, y que hay que hacerlo en casa. Esta no es una razón para privarse de comer en un buen restaurante; es una oportunidad para la cuidadosa selección gourmet. Busque restaurantes que sirven platos más ligeros.

Si usted decide festejar y seguir sus deseos, ¿por qué no?, evite bebidas destiladas y modere su consumo de vino. Al día siguiente, cuide su alimentación, coma fibra (vegetales), beba mucha agua y limite la carne y carbohidratos, para que su estómago pueda recuperarse de estos deliciosos excesos. Esta recomendación aplica también para después de las celebraciones familiares.

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