La actividad física es parte escencial para una buena salud
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Los estudios demuestran que los factores de riesgo para cáncer de próstata pueden ser modificables (tabaquismo, obesidad, etc.) y no modificables (ser varón y la edad avanzada).
El cáncer de próstata es una enfermedad que no presenta síntomas en su primera etapa, para detectarlo se realiza un exámen físico completo que incluye el tacto rectal y un análisis sanguíneo que evalúa el nivel de PSA.
Los tratamientos para cáncer de próstata dependerán de la etapa en la que se encuentre la enfermedad, si ésta está en un estadío avanzado, existen tratamientos hormonales que controlan el avance de la enfermedad.
El cáncer de próstata está estrechamente ligado a los niveles de testosterona (hormona masculina). Al suprimir la producción de testosterona del cuerpo se logra un control en la evolución de la enfermedad.
Existen dos tipos de tratamientos hormonales para el Cáncer de Próstata. Uno se llama Agonista y el otro Antagonista. Ambos ofrecen un control de la enfermedad eliminando la producción de testosterona. Converse con su médico acerca de cuál es la mejor opción para usted.
La diferencia entre un tratamiento hormonal Agonista o Antagonista para el Cáncer de Próstata es la forma en la que actúa en el cuerpo, es decir, su mecanismo de acción.
El tratamiento hormonal Agonista elimina la producción de testosterona pero al inicio genera un pico de esta hormona, razón por la cual se suele administrar en conjunto con un medicamento llamado Antiandrógeno.
El tratamiento hormonal Antagonista elimina la producción de testosterona sin hacer un pico inicial. No requiere administrar un Antiandrógeno.
Como las terapias hormonales eliminan la producción de testosterona, controlan de esta manera el avance del tumor y sus metástasis. En consecuencia, al aquietarse el tumor y las metástasis, el dolor disminuye.
Al eliminar la hormona masculina del cuerpo (la testosterona), se pueden sufrir algunos efectos secundarios como la pérdida de masa muscular, el aumento localizado de grasa, caída de vello corporal, pérdida de la líbido (deseo sexual), entre otros.
Para disminuir los efectos secundarios de la terapia hormonal se pueden realizar cambios en el estilo de vida que se relacionen a factores modificables: alimentación y actividad física.
Se recomienda que periódicamente visite a su médico que le indicará estudios específicos para su caso. En general se suele solicitar un análisis de sangre para ver los valores del antígeno prostático específico (PSA) y una prueba de testosterona en sangre.
Desde que formo parte del programa Vive+, mi apetito, mi sueño y mi energía han mejorado. Me ayudó a cambiar mi punto de vista y me permitió armar un programa alimenticio y de ejercitación diario y semanal. Me ayudó a establecer un objetivo.
La actividad física es parte escencial para una buena salud