La actividad física es parte escencial para una buena salud
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Al igual que todas las medicinas, la terapia hormonal para cáncer de próstata puede provocar efectos secundarios. No todas las personas experimentan los mismos efectos secundarios o en la misma intensidad. Hable con su médico o enfermero si desea recibir cualquier información adicional sobre éstos u otros efectos secundarios que usted puede experimentar durante su tratamiento.
Los sofocos son episodios de calor en la cara y en el pecho que puede extenderse por todo el cuerpo, y generalmente duran de 30 segundos a 5 minutos. Están acompañados de sudoración considerable y son incómodos, porque pueden obligar a los afectados a cambiar su ropa varias veces al día.
Existen soluciones para superarlos y tanto su médico o enfermero serán una buena fuente de asesoramiento si los sofocos causan molestias. También puede ser útil usar ropa suelta, ligera, y preferiblemente de algodón y evitar cambios bruscos de temperatura (es decir, mucho calor o frío y aire acondicionado).
Evitar el alcohol, tabaco y alimentos picantes también puede ayudar, como se describe en la sección de comer bien del programa Vive+®.
Reconocer el hecho de tener cáncer y los efectos de las intervenciones o tratamientos utilizados, pueden afectar el cómo se siente emocionalmente.
La terapia hormonal se suele tomar cuando alguien está en un estado emocional ya debilitado y por lo tanto no es de extrañar que puedan afectar su estado de ánimo.
Los cambios en el estado anímico pueden incluir:
La depresión puede ocurrir de repente o ser más gradual. Además de los síntomas ya mencionados, los síntomas de depresión no deben tomarse a la ligera y pueden incluir:
Recuerde que los cambios en su estado de ánimo pueden afectar también a aquellos que lo rodean. Es importante hablar con alguien y no dejar que la melancolía se mantenga, ya que puede convertirse en verdadera depresión si no se maneja. Por favor, mencione cualquier exceso de tristeza a su equipo de atención médica, y no dude en pedir consejo acerca de consultar a un psicólogo.
El deseo sexual (líbido) y la capacidad para obtener o mantener una erección dependen entre otras cosas de los niveles de testosterona en el cuerpo. La terapia hormonal altera los niveles de testosterona en el cuerpo. Esto con frecuencia puede ocasionar trastornos sexuales y un cambio o disminución de la líbido.
Estos efectos pueden ser difíciles de aceptar tanto para usted como para su pareja y es importante no ignorar lo que se siente de ambos lados. La buena comunicación entre usted y su pareja puede ayudarle a mantener una relación íntima.
También hay muchas soluciones diferentes para ayudarle a lidiar con los aspectos físicos y emocionales de los efectos secundarios sexuales de la terapia hormonal. Por lo tanto, no tenga miedo de hablar con su médico o enfermero acerca de qué se puede hacer para mejorar. La mayoría de los centros de urología tienen un terapeuta sexual y son una buena fuente de información y asesoramiento.
Los problemas de disfunción eréctil también pueden ser un signo de enfermedad cardíaca subyacente, por lo que, de nuevo, hable con su médico o enfermero si usted está teniendo problemas para conseguir o mantener la erección, ya que puede haber otros tratamientos que lo pueden ayudar.
Mantenerse en forma y hacer ejercicio como parte del programa Vive+ también puede ayudar a limitar las consecuencias del tratamiento hormonal en su vida sexual.
El tratamiento hormonal puede reducir la cantidad de vello corporal, especialmente el pelo en el pecho y el vello púbico pueden adelgazar. Esto puede ser preocupante para algunos pacientes.
Usted debe cuidarse a sí mismo al comer mejor, hacer ejercicio y pensar positivamente, ya que esto puede ayudar a mejorar su bienestar y puede compensar cualquier cambio en la imagen.
La terapia hormonal para el cáncer de próstata puede causar un aumento de peso. Usted puede notar que la grasa corporal comienza a aumentar en ciertas áreas, particularmente alrededor de la mama. Esto puede darle a su cuerpo una apariencia que puede ser molesta para algunos hombres. Discuta cualquier cambio en la forma de su cuerpo con su médico o enfermero, especialmente si le son preocupantes.
Los músculos pueden disminuir con la edad y la falta de uso, pero la pérdida de masa muscular (una afección llamada sarcopenia) también puede ser debido a la disminución de los niveles de testosterona. Esto puede traducirse en un aumento en la dificultad para realizar tareas físicas habituales tales como jardinería, caminar o levantar y mover las cosas pesadas.
Mantenerse flexible y realizar los ejercicios de fortalecimiento incluidos en el programa Vive+ puede ayudarle a compensar estos efectos, a aumentar la masa muscular y a mejorar su fuerza.
La reducción de los niveles de testosterona en el cuerpo puede aumentar el nivel de grasas “malas” en la sangre, específicamente el colesterol y los triglicéridos, y disminuir la sensibilidad a la insulina, por lo que su glucosa en sangre (azúcar en sangre) puede ser mayor de lo normal. Usted también puede ganar grasa alrededor de la parte inferior de la zona de la cintura.
Es importante que usted, su médico o enfermero vigilen de cerca estos cambios, ya que podrían aumentar su riesgo de enfermedades del corazón. Tratamientos preventivos, si fueran necesarios, combinados con una dieta saludable y ejercicio regular, ayudarán a reducir este riesgo.
El tratamiento hormonal del cáncer de próstata puede causar osteoporosis, una excesiva fragilidad de los huesos que conduce a un aumento en el riesgo de fracturas óseas, que no son reversibles con la edad.
Para averiguar cómo es que la terapia hormonal afecta a los huesos, un especialista puede decidir evaluar la densidad mineral de sus huesos y prescribir suplementos vitamínicos (calcio, vitamina D, etc.) u otros medicamentos para combatir los efectos de la terapia hormonal en sus huesos.
La actividad física regular y el fortalecimiento muscular pueden ayudar a prevenir el riesgo de osteoporosis y son parte del programa de ejercicio Vive+.
Después de conocer y poner en práctica el programa me di cuenta de que físicamente y mentalmente, ¡me sentía mejor!. Puedo realizar los ejercicios de vez en cuando. Me uní a un grupo de terapia, y recomiendo pedir ayuda al inicio. Me resulta difícil motivarme a mí mismo, pero me he unido a un grupo de caminata que organiza paseos periódicamente y así me mantengo activo.
La actividad física es parte escencial para una buena salud